9 de noviembre de 2011

La tartrazina, veneno en dulce

Este último mes ha habido cambios en la rutina de Daniel, y eso le ha provocado ansiedad constante, visitas en casa, su primera pijamada, y viajes fuera de casa, además de conocer nuevos amigos.
En la escuela se ha mostrado esta intensidad en su ansiedad, pues se han incrementado las quejas hacia su falta de atención y que ha mostrado reacciones intensas en su manera de contestar a sus compañeros.
Y en la semana anterior la conducta se manifestó muy marcadamente, Daniel se pone a defender al compañero de lo que a él le parece ofensa, se mete en la conversación ajena sin que lo inviten solo porque el tema le interesa, y el maestro ya no sabe como hacer para mantenerlo atento en su trabajo escolar. Y de un día a otro comenzó a mover los ojos de un lado a otro insistentemente, da la sensación que no puede controlar el movimiento ocular y sostener la mirada. La verdad, es muy molesto observarlo, ha hecho que pierda la paciencia en varias ocasiones, nada funciona, ni las amenazas de perder el viaje, ni los juguetes, no sabe porque lo hace y según él no puede controlarlo.
Mientras eso pasa, yo tengo mis dudas, observo cuando lo hace y me preocupa ver que lleva tres días en continua necedad moviendo los ojos, de pronto en la cuarta mañana se levanta y todo normal, pasan tres horas y aparece nuevamente el mentado movimiento, pero cada vez es menos frecuente, y así logra pasar varios períodos en los que no lo hace y de pronto vuelve al ataque. 
Para el quinto día ya tengo unas sospechas sobre lo que está pasando, y se las comunico al médico: podría ser que el colorante de los dulces confitados que consumió tuvieran que ver? 
Hace dos meses que consume intermitentemente unas gomitas aprobadas como libres de gluten y en apariencia no pasaba nada, luego le di unos chocolates verdes confitados importados de USA que en algunos grupos de celiacos consideran libres de gluten. Y ese fue el grave error, la acumulación del ingrediente al consumirlo durante varios días tenía efectos evidentes en mi hijo que dejé pasar, hasta que comenzó subitamente con el problema de los ojos.
Recordé que meses atrás leí que la tartrazina podría provocar reacciones neurológicas adversas en personas sensibles. 
El médico, después de evaluarlo y ver como hacia intermitentemente los ojos y trataba de controlarlo poniendo su mano en el medio de la frente como queriendo contener el movimiento ahí en el centro, se concluyó que era posible. Y me indicó que de tratarse de una reacción a ese ingrediente, tendría que ceder con el paso de los días, y así fue! Hoy es el día ocho y podría jurar que ya se fue ese indeseado movimiento. 


Entonces yo, concluyó como casi siempre en temas de alimentación, que en las etiquetas de los alimentos no viene toda la información que necesitamos saber, aquella a la que tenemos derecho de estar informados, sobre todo si tenemos un organismo altamente sensible a diferentes substancias. En aras de la riqueza los consumidores somos totalmente sacrificables.
Y si encima le sumamos la indiferencia con la que estamos acostumbrados a comprar los productos alimenticios, pues pocas veces nos detenemos a mirar una etiqueta y leer los ingredientes. Desde que a Daniel le diagnosticaron la Enfermedad Celíaca, vivo pendiente de que no contenga gluten en los ingredientes, pero me doy cuenta que he cometido un grave error al  pasar por alto otros ingredientes que debería también cuidar que no ingiera como los colorantes y esa será a partir de hoy una labor más en mi constante cacería de alimentos aptos.
Soy responsable de que haya tenido esta crisis, pues no lo cuide como debería, y además de todo al perder la paciencia por su molesto comportamiento le he culpado una y otra vez por el mismo, incluso le llegue a levantar la mano creyendo que se burlaba de mis llamados de atención. Mal, mal, mal, una y otra vez, mal. Ya no sirve de nada lamentarme, lo siento y mientras más leo de los efectos que ese ingrediente indeseable tiene en algunas personas peor me siento, lo único que puedo hacer para medio enmendar mi error es tener todos los cuidados posibles para evitar que vuelva a suceder y no llegar más a la pérdida de control de ninguno de los dos.

La distonía es un síndrome neurológico caracterizado por movimientos involuntarios repetitivos, ocasionados por la contracción de músculos opositores de una o varias partes del cuerpo, lo que genera movimientos involuntarios, posturas anormales y mucho dolor.

Si quieren saber más sobre la tartrazina en éste blog viene muy bien explicado:




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