20 de julio de 2010

Resumen de cambios (parte I)

Y continuando mi relato de ayer, la cuestión académica fue de mejor en mejor sobre todo en los dos últimos bimestres del ciclo escolar. Antes de quitarle el gluten yo le hice el comentario al Psiquiatra que notaba que Daniel aún con la medicina (que ya le lograba controlar gran parte de su comportamiento) escribía mejor antes de estar medicado y ¿que no se suponía que tendría que ser al revés: que con la medicación la escritura debía de ser uno de los puntos de mejora?. Y su respuesta fue positiva, pero dudó que mi información fuera imparcial. Y ahí quedo todo (la medicina de tipo neurológico no se le ha modificado desde febrero del 2009 que se encontró la combinación que le hacía algún efecto y desde entonces sigue tomando las mismas dosis y los mismos medicamentos). Entonces yo tuve mi mejor respuesta cuando al quitarle el gluten empezó a mostrar mejoría en sus trazos y cuando la dieta se volvió estricta, la mejora fue bastante evidente, los trazos ya parecían ordenados, sobre el renglón y podía leerse sin mayor esfuerzo, vamos! que era una libreta como la de cualquier otro niño! 
Hoy ya puedo pedirle a Daniel que se siente a copiar unos párrafos de algún texto y aunque no le agrade la idea, permanece sentado realizando la copia, puede mostrar distracciones leves pero en seguida retoma la labor, incluso lo puedo dejar solo en el escritorio y irme a lavar platos y regreso y sigue copiando (lento pero copia) y eso es muy bueno! Antes había que estar pegada a él para que no dejará de hacer la tarea, mucho mas si se trataba de tarea matemática, uff era un sufrir. Hoy se sabe las tablas y es capaz de realizar sumas simples mentalmente (algo que yo nunca creí que lo vería hacer). Ya tiene entendido el concepto de número y sus adiciones, disminuciones, divisiones y multiplicaciones. Los exámenes y tareas traen problemas matemáticos que es capaz de resolver el solo sin que se le asesore en nada. Y claro también tiene sus momentos de profunda flojera donde no quiere hacer absolutamente nada pero al cabo de unas cuantas llamadas de atención termina cediendo y hace la encomienda. Y lo mejor de lo mejor es que no se le olvidó como se fracciona y las sumas entre fracciones (menos mal, porque me dio una terrible batalla enseñarle el concepto de fracción).
Desde la última consulta que fuimos con el Psiquiatra, habían ya transcurrido poco más de tres meses que no lo veíamos y el médico pudo comprobar que estaba en su conducta, mucho más tranquilo, atento y vencía muy bien la tentación de tocar todo lo que veía. Y de hecho casi se cae de su silla cuando le dijimos que ese último bimestre su calificación promedio era de 8.9!!! Estaba azorado!!! de tener promedios de 7 y 8 sin décimas a llegar a casi 9 era un avance super significativo! Me hizo explicarle con lujo de detalles a que se debía el cambio y aunque tuvo su reservas se quedo perplejo y muy contento de ver el cambio positivo en él, pero se ha resistido a quitarle aún el medicamento (con lo que yo estoy de acuerdo, hasta que no haya pasado al menos otros dos meses más y vea si no hay efectos secundarios nocivos por el retiro de la medicación y que esto no se trata de una cuestión de ciclos). 
Otro cambio que notó el médico es la piel, y sus ojos, llevaba una piel limpia de rayones de uñas y solo quedaban manchas de las cicatrices anteriores cuando aún estando con medicamentos se rascaba sin control alguno hasta dañarse la piel del sitio que fuera. Y de la misma manera los ojos, pareciera que tiene siempre conjuntivitis y con la dieta sin gluten las gotas que se estaban usando para curarle los ojos, solo se han usado 3 veces en estos casi 3 meses lo cual es un logro bastante evidente considerando que se le aplicaban gotas durante todo el día entre cinco y tres veces por día. Y la nariz... siempre llena y congestionada, se volvió respirador bucal (lo que le acarreo también problemas dentales) y con flujo en ocasiones constante y en ocasiones muy espeso y tos recurrente, que no había semana que no creyéramos que estaba con alguna infección y se le daban medicamentos, en varias ocasiones fueron antibióticos y se trataba su piel con cortisona para quitarle la comezón. Desde la dieta, no hay más tos, no más moco espeso y maloliente y es posible verlo respirar por su nariz y no por la boca.
Todo este cambio y notable mejoría no solo le valió para su desempeño académico, estaba más colaborador y participativo y se había estado dedicando a hacer sus labores encomendadas. 
Le anunciamos que como las alergias estaban cediendo y había mostrado buen comportamiento por fin tendría un perrito un cachorro que como él necesitara amor y cuidados para que fuera su amigo por siempre. La noticia lo alegró muchísimo, tanto que ya quería en el momento salir a comprarlo, pero sin embargo fue muy paciente y esperó casi un mes por su cachorro (que también tiene su historia) y todos sabemos que la paciencia no es un arte fácil de dominar y menos si se trata de tener Síndrome de Williams. 
Mañana le sigo, porque hoy ya me caigo de sueño. 

Que tengan un lindo día!

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